Colombia: de emigrante a receptor de inmigrantes
En Colombia se ha hablado muy poco de este tema, pese a la importancia que puede tener en las actuales circunstancias.
Tradicionalmente hemos sido un país de emigrantes, y quizás por eso se ha entendido que el pacto puede ser conveniente para el país. Pero esta situación está cambiando dada la crisis de Venezuela: en los últimos años nos hemos convertido en un receptor de migrantes, tanto de carácter temporal como permanente. Esto hace que las obligaciones contenidas en el Pacto puedan ser costosas para nosotros en términos económicos y políticos.
Mientras tanto en los grandes países receptores de migrantes—y especialmente en Europa—en los últimos han surgido serias dudas sobre la conveniencia de firmar ese pacto. Por tanto, vale la pena entender los alcances de este pacto y lo que él implicaría para Colombia.
¿Qué es el Pacto?
El Pacto Mundial para la Migración es un acuerdo intergubernamental no vinculante cuyo objetivo es hacer que la migración sea “más humana y ordenada”.
La idea básica del pacto es gestionar los flujos migratorios mediante la cooperación internacional y evitar que se repitan los problemas de los últimos años. Para ello se proponen las siguientes actividades u “objetivos”:
Objetivos para una migración segura, ordenada y regular |
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Un debate muy intenso

Foto: Embajada de los Estados Unidos en Argentina
En abril de 2017 empezó el proceso para construir este pacto mundial. Se trata de un pacto promovido y acordado por 193 estados y auspiciado por Naciones Unidas.
Brilla por su ausencia Estados Unidos, que se retiró de las negociaciones. Aunque el proceso empezó hace poco más de año y medio, en los últimos meses ha nacido una ola de descontento y temor frente a este Pacto. Tanto así que varios países han anunciado que no lo firmarán.
Hasta el momento, los países que han expresado su negativa a firmarlo o que han propuesto posponer su firma son Australia, Austria, Bulgaria, República Checa, República Dominicana, Hungría, Italia, Israel, Polonia, Eslovaquia y Suiza.
Nueva Zelanda aún no se ha decidido y en Bélgica, el miércoles de esta misma semana el parlamento autorizó la firma, pero si lo hace su gobierno de coalición podría perder el apoyo del partido nacionalista flamenco (Nueva Alianza Flamenca), y por lo tanto la mayoría parlamentaria.
En Alemania, aunque la canciller ha defendido con firmeza la firma del Pacto, la intensa oposición al mismo ha ocasionado un cambio sustantivo en el panorama electoral. Debemos recordar que Ángela Merkel permitió a cientos de miles de migrantes un ingreso descontrolado desde el otoño del 2015. Tres años después, su decisión sigue alimentando un debate muy acalorado. Muchos comparten una preocupación: que el Pacto pueda alimentar las fuerzas de extrema derecha en Alemania y en otros países.
Matthias Herdegen, director del Instituto de Derecho Internacional de la Universidad de Bonn, recomienda que Alemania no apruebe el Pacto sin una declaración interpretativa, una posición que ha encontrado apoyo en muchos sectores. En estos días, la convención del partido mayoritario debatirá el Pacto y una declaración interpretativa.
Fuente: https://www.razonpublica.com